El antídoto contra el fracaso es la certeza, es una parte necesaria para crear cualquier cosa. Por ejemplo, si deseas ser feliz no puedes dudar que la felicidad es posible para ti, de la misma manera no puedes plantearte metas sin estar seguro que se van a volver realidad, pues sino estarías ante un discurso vacío, carente de poder.
El miedo y la duda son los únicos enemigos de tus sueños y de tus resultados, por lo cual enfrentar y superar tu miedo te acerca a conseguir tus metas.
La persistencia está a un pequeño paso delante de la certeza, ya que puedes usarlo para construirla, pero cada paso que la persistencia toma tiene que ser continuado por un paso en la certeza.
Cada vez que te encuentras dudando o teniendo miedo… ¡para en seco esos pensamientos! No los dejes progresar. No los fomentes, pero no los resistas. Míralos conscientemente, desapegado, como un observador no comprometido.
Mira lo que son, de donde vienen, porque están ahí presentes, que información importante te pueden suministrar y una vez que tengas el mensaje que te han venido a dar, déjalos seguir su rumbo sin permitir que te afecten o condicionen tus decisiones.
La manera más efectiva para lograr tus resultados deseados es facilitar que otros los tengan también, así que si deseas conseguir cualquier cosa en la vida, ayuda a que otros tengan eso mismo.