Estimado amigo lector, hoy voy a compartir algunas reflexiones acerca de la vida, esta es una apreciación personal, por lo cual no pretende ser una verdad incuestionable, es más, ni siquiera pretende que sea una verdad para alguien más que no sea yo mismo, simplemente es un punto de vista que, si lo consideras, podría serte de utilidad.
Primero, la vida es demasiado corta para vivir todas las experiencias que alguna vez hemos soñado y para desplegar todo el potencial que Dios nos ha dado, cada día que dejamos pasar sin trabajar en lo que realmente deseamos es un día menos que tenemos para lograrlo, así que el momento es ahora, cuentas con todo lo que necesitas para ser una mejor versión de ti mismo de lo que hoy eres.
Segundo, las cosas que realmente valen la pena no se consiguen en las tiendas ni se compran con dinero, el amor de tus seres queridos, el poder servir a los demás, la satisfacción de dar lo mejor en cada acto de tu vida, eso solo depende de ti, de tu voluntad, de tus acciones, de lo que verdaderamente lleves en tu corazón.
Tercero, tu destino te pertenece, no tenemos la facultad de elegir en que familia, lugar o condición nacemos, pero si podemos decidir cómo será nuestra vida, que condiciones dejaremos a nuestros hijos y a nuestra comunidad cuando llegue el momento de partir, así que no pienses tanto en lo que vas a hacer mañana, porque lo que realmente importa es lo que estás haciendo hoy, si quieres cambiar tu futuro, entonces cambia las cosas que haces hoy.
Finalmente, te invito a que te preguntes, si hoy tuvieras todo lo que deseas… ¿qué tanto tendrías?
Planea tu éxito
El primer paso para lograr algo es desearlo, si no te imaginas, ni sueñas con que las cosas pueden ser mejores de lo que hoy en día son, sencillamente no existe posibilidad alguna que tus resultados en la vida sean diferentes a los que hoy tienes. Tanto para tu negocio, como para cualquier otro ámbito de tu vida, debes iniciar con un sueño que quieras alcanzar y que realmente te emocione. Existen sueños inspiradores que traen consigo una carga emocional positiva, alegría, amor, gratitud, interés, esperanza, diversión entre otros, esos sueños tienen que ver con las grandes cosas que anhelamos, un mejor futuro para nuestros seres queridos, la ayuda a otros, un viaje alrededor del mundo, etc.
Sin embargo, también existen los sueños impulsores, los cuales tienen que ver con aquellas cosas que no queremos más en nuestra vida y que nos mueven emociones de dolor, miedo, vergüenza, estrés, estos sentimientos usualmente son más fuertes que los inspiradores y son la clave para movilizarnos y salir de nuestras áreas de comodidad que nos incomodan.
Así que ármate de valor y planea tu futuro siguiendo estos sencillos pasos.
1. Toma la iniciativa, disponte para el éxito, no sigas esperando que las cosas cambien, haz que las cosas pasen empieza hoy mismo.
2. Define las cosas que quieres cambiar en tu vida y aquellas que quieres alcanzar, para eso es muy útil el modelo de mapa de prosperidad porque además te ayuda a visualizar tus metas.
3. Organiza tus cosas, define las prioridades de acuerdo a lo que te has propuesto lograr en el punto anterior, ten presente que cada cosa que queremos implica un trabajo y un precio que pagar, esfuérzate y se valiente.
4. Involucra a otros en tu proyecto personal y procura sinceramente que todos se beneficien.
5. Comprende con empatía a los demás y edifica relaciones interpersonales constructivas. Escucha las necesidades de la gente y comprométete a contribuir con la solución de éstas.
6. Trabaja en equipo con mentalidad de abundancia, crea un ambiente de confianza y ayuda mutua, en el cual todas las personas puedan brindar lo mejor de sí mismos y a su vez recibir lo mejor de los demás.
7. Renuévate cada día, busca aprender nuevas destrezas o perfeccionar tus talentos, cuando dejas de aprender empiezas a volverte obsoleto.